Si miramos alrededor...

 

Juan Jesús Ayala *

 

Si así lo hacemos verificaremos que hay muchas cuestiones que parecían inamovibles, imperecederas, pero que cambian, mutan y tienen una disponibilidad de actuación diametralmente opuesta a lo que se suponía que estaba establecido "per se".

Irlanda del Norte, Escocia, Quebec y Cataluña son naciones que proclaman un Estado debidamente instituido, que insisten en que se les tenga en cuenta, y que han apostado decididamente a través de la política, porque tienen un gran partido nacionalista consolidado y fuerte, decidido a obtener la independencia de sus territorios, aunque lo han hecho en un plazo establecido, donde se pongan determinadas condiciones y que, de momento, así lo han expuesto; o sea, no se vaya a una independencia total, sino a un reconocimiento de derechos y, sobre todo, que las exigencias histórico-políticas de esos pueblos se vean satisfechas en una primera etapa.

Canarias, en ese mundo cambiante, también podría intervenir políticamente para delimitar exigencias y responsabilidades; que, en una primera fase, pudiera zafarse de las trabas que impiden al menos su madurez como entidad nacional al estar libre de ataduras y contar con decisiones propias.

Canarias es una nación que está en el imaginario político de muchos, porque aunque exista la voluntad de así considerarse, como nación, no es mayoría la que por ahí transita; no es un pueblo que decididamente hoy por hoy diga que quiere ser libre e independiente; cuando ha habido procesos electorales, con todas las dificultades que se hayan encontrado los que han optado por la independencia, los resultados no son precisamente muy alentadores

Entonces, ¿qué falla si miramos alrededor? Entiendo que lo que nos hace falta antes que nada es un partido nacionalista canario que englobe a todos aquellos nacionalistas que transitan por esta tierra, que sea capaz de desbrozar con contundencia sus discursos para ir aglutinando a su alrededor una amplia mayoría social, igual que en Cataluña, Irlanda[1], Escocia[2] o Quebec[3], y que se decida qué hacer. Y, como ellos, estar en la tesitura de o bien negociar una independencia abierta o bien una confederación que atenúe el proceso y lo abra en un siguiente periodo. Y es que la independencia como proceso no es concluyente en un tiempo determinado, sino que tiene sus fases; sirva el ejemplo de Puerto Rico, que lleva esperando la Resolución de su independencia por un acuerdo que tiene que ratificar la Asamblea de Descolonización de la ONU, y va ya para veinticinco años que sus deseos se van al cesto de los papeles.

Los tiempos están instalados en el vértigo y, a pesar de que hay movimientos sociales que procuran estimular las conciencias, cuando se trata de ir más allá, de disciplinar la inteligencia, de tener pleno convencimiento de lo que se pretende, no se puede descansar no solo en la vehemencia y en el deseo, hay que trabajar esas conciencias, hay que resolver cuestiones que están dentro de cada cual, y mirando alrededor se podrá comprobar que esos tiempos que en su día dieron el beneplácito a la independencia de pueblos y pueblos hoy están impulsados por la mediatización de diversas influencias, donde los sentimientos están compartidos y donde se piensa en la distancia, fuera de uno, por lo que se hace trabajoso elaborar un proyecto que se concrete en ese proceso que nos indique que se está en el camino.

Son tiempos para que los pueblos busquen e impongan su identidad arropados por los poderes públicos y por una amplia masa social decidida a ello, y se requiere no solo una pedagogía, sino un ensamblaje perfecto con la sociedad, en este caso con la nuestra, con la canaria, y tendrá que hacerse no solo desde un voluntarismo acendrado, sino desde el compromiso amplio universal canario si es que se pretende deslindarnos de componendas arcaicas que dificultan el progreso y desarrollo de nuestro pueblo .

Simplemente, tener ese gran partido nacionalista que acoja a los nacionalistas canarios, y que por historia y lealtad con esta tierra no puede ser otro que el PNC, como sucede en Irlanda del Norte, Escocia, Quebec o Cataluña, por ejemplo.

* Presidente insular y vicepresidente nacional del Partido Nacionalista Canario (PNC)

[1]Independencia de Irlanda del Norte

[2]Escocia por la independencia

[3]Independencia de Quebec