Canarias,
algo más que teoría
Wladimiro
Rodríguez Brito *
[La ganadería sufre muchos
problemas, tanto en el plano económico como con leyes que discriminan las
explotaciones ganaderas en el territorio. Todo lo contrario ocurre en Azores,
donde tienen 1,4 vacas por habitante (vacas que no molestan), mientras que aquí
tenemos cien habitantes por vaca y casi todos lo establos están denunciados por
“contaminación”. Las alternativas en Canarias pasan por otro modelo local que
revalorice todos nuestros recursos, en el que incorporemos parte de la
actividad primaria que hemos perdido; por datos del paro de estabilidad social,
les va mejor en Azores y Madeira.]
Acabamos de leer un importante informe
de la Unión Europea sobre las regiones ultraperiféricas que pone de manifiesto
las lagunas que tienen los sistemas de gestión y reparto de los fondos
comunitarios. Si bien la informática y las comunicaciones han acortado
distancias y tiempo, en otra serie de aspectos la burocracia es tan lenta como
en la época de la navegación a vela.
Veamos algunos datos: en el reparto de
los fondos RUP 2007-2013 (con un montante de algo más de 7.000 millones de
euros), las Islas Canarias, con el 48% de la población de las regiones
ultraperiféricas, reciben el 17% de éstos, ya que los parámetros establecidos
en su momento nos situaban en el 87% del PIB per cápita comunitario (como
países económicamente solventes y avanzados). Mientras, el resto de territorios
RUP, excepto Madeira, no alcanzaban dicho listón, de tal manera que las islas
Azores, con el 5,4% de la población RUP y con menos del 7% de paro (y el 17% de
paro juvenil) obtiene el 20% de dichos fondos, es decir, 1.450 millones de
euros, superando a Canarias, que queda con 1.290 millones de euros.
Mientras en Azores reciben unos 6.000
euros por habitante, Canarias se queda con unos pírricos 614 euros. Estos fríos
números ponen de manifiesto una lenta y alejada administración comunitaria
(Bruselas y el Parlamento Europeo parece que no conectan con la realidad social
de los pueblos, que tan necesitados están de una gestión más próxima) de la
problemática local, tema para lo que en teoría fueron creadas las RUP y por lo
que vemos funcionan como los llamados planes quinquenales de la extinta URSS.
Claro que son básicos los fondos de
solidaridad y ayuda (Fondo Social Europeo, Fondo Europeo Agrícola de Desarrollo
Rural y Fondo Europeo de Desarrollo Regional), igual que ocurre con el Posei.
Pero también es básico un acercamiento a los territorios con una mayor
sensibilidad entre los gestores de Bruselas o de Madrid, y a lo que ocurre en
los territorios. No estamos para rivalidades con los territorios a los que les
va mejor, pero no es justa la distribución que le da más a los que más tienen.
Se debe hacer lo antes posible una distribución que priorice lo que dice la
filosofía con la que se crearon las RUP.
En los planteamientos del Posei
(Programa de Opciones Específicas por la Lejanía y la Insularidad), con las
medidas que apoyan la producción local atendiendo al autoabastecimiento y al
empleo, es de destacar el caso de las Azores, que mantiene al sector primario y
que en el presente caso soporta mejor la crisis, sin crear apenas parados,
manteniendo una cabaña ganadera que aporta el 30 % de la producción de leche de
Portugal.
En el caso canario, el modelo dominante
tanto en el plano cultural como económico ha degradado el sector primario de
tal manera que islas como La Palma, El Hierro o La Gomera, en las que el turismo no ha sido masivo, han entrado en
crisis. Se han mantenido los plátanos en La Palma como monocultivo, debilitando
el autoabastecimiento. La ganadería sufre muchos problemas, tanto en el plano
económico como con leyes que discriminan las explotaciones ganaderas en el
territorio. Todo lo contrario ocurre en Azores, donde tienen 1,4 vacas por
habitante (vacas que no molestan), mientras que aquí tenemos cien habitantes
por vaca y casi todos lo establos están denunciados por “contaminación”. Las
alternativas en Canarias pasan por otro modelo local que revalorice todos
nuestros recursos, en el que incorporemos parte de la actividad primaria que
hemos perdido; por datos del paro de estabilidad social, les va mejor en Azores
y Madeira.
Esperemos que pronto se haga una
distribución más justa de los recursos comunitarios, sin necesidad de copiar
recetas aplicadas en otros medios. Hemos de reflexionar sobre lo que se ha
hecho en otras regiones RUP en las que el paro y el deterioro económico han
mantenido unos niveles tolerables.
Hemos también de coordinar mejor los
fondos, de una manera más solidaria y en el marco de una estrategia de
desarrollo sostenible. Que el mundo rural no se lleve la peor parte ante los
retos de la globalización y la crisis de un modelo que en menos de diez años ha
generado más del 25% de paro, con un importante deterioro social y cultural, lo
que nos ha generado un claro deterioro de la agroalimentación y de la
biodiversidad.
*DOCTOR EN GEOGRAFÍA
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