Aicá Maragá
Roger *
"AiCá Maragá", en guanche, significa
"Bienvenidos". El estudioso vasco Rogelio Botanz
ha musicado, junto al rifeño Khalid Izri, una de las dos endechas en guanche, rescatadas por el
ingeniero cremonés Leonardo Torriani (Cremona, 1560;
Lisboa, 1628) en su "Descripción de las Islas Canarias".
Les animo a que
escuchen esta pieza de gran belleza, cuya letra no tiene, desde luego,
desperdicio. Dice así: "Bienvenidos. Gente forastera mató a nuestra madre.
Pero ahora, hermano, nos uniremos. Si no, estamos perdidos". La traducción
es del inolvidable don Juan Álvarez Delgado, el ilustrado catedrático güimarero del que muchos tuvimos el honor de aprender.
Si vamos a You Tube veremos y oiremos la interpretación de estos dos
folkloristas y cómo se mezcla el guanche antiguo con el bereber
moderno, cantando los mismos versos[1].
Esta endecha ha sido
ignorada sistemáticamente por los estudiosos españoles, que han dado
preponderancia a la de Guillén Peraza, un canto de dolor pero al mismo tiempo
un canto contra el paisaje palmero y canario en general.
El conjunto que canta
la endecha y baila al final las notas de la misma es espléndido. Rescatar
nuestra cultura me parece muy oportuno, sobre todo si se trata de una cultura
reivindicativa, que algunos han ignorado por interés. La lucha del canario es
vieja. Fíjense que los guanches compusieron una letra entrañable que comienza
con las palabras "Aicá Maragá",
"Bienvenidos". Y a continuación, el lamento: "Gente forastera
(los españoles) mató a nuestra madre (la tierra canaria), pero ahora, hermano,
nos uniremos. Si no, estamos perdidos.
Una llamada a la
unidad que puede ser todo un símbolo y un ejemplo para los que moramos
actualmente en la misma tierra irredenta que pisotearon los caballos del
conquistador español. Los hombres armados del mercenario Lugo, enviados por los
reyes católicos para aplastar al guanche que habitaba estas islas, que eran
suyas y no de los invasores.
Hermosa endecha, que
se debería estudiar en los colegios. Que los niños conozcan los sentimientos
del canario, desde tiempos remotos, cuando fueron sacados de sus hogares a la
fuerza y ajusticiados sin culpa por los asesinos que vinieron del otro lado del
mar.
No debemos olvidar,
porque la historia es para recordarla. Sin odios renovados, pero con la
claridad de ideas necesaria para saber lo que queremos y, sobre todo, para
saber lo que pasó. Esta endecha es algo más que poesía.
[1]Aicá Maragá, Rogelio Botonz – Khalid Izri
* Publicado en el periódico El Día, 20-09-2012