Hay que afirmar nuestra propia identidad nacional

 

Antonio Cubillo Ferreira *

El entorno social canario en su totalidad está caracterizado por la agresión cultural y colonial española que sufrimos desde hace seis siglos los canarios y que nos ha convertido en una población anonadada y aculturalizada de la que se aprovechan todos los extranjeros, empezando por los españoles. Ante esta triste realidad, no nos queda a los patriotas más remedio sino poner en práctica una vigilancia constante y denunciar esta continua agresión y a sus cómplices, aunque nos llamen pesados.

No hay que olvidar que esta agresión se lleva a cabo desde el principio de la más tierna edad en las escuelas y en la actualidad influyen también las televisiones, los canales españoles y la televisión autonómica, que es peor, lo que ha servido para perder nuestra memoria histórica y estar como desconcertados ante tanta información.

Hay que recuperar nuestra verdadera memoria histórica para trasmitirla a las próximas generaciones de canarios y a su descendencia, pero autentificada y no despersonalizada por los historiadores coloniales españoles y los agodados canarios e intelectuales de bolsillo. El historiador senegalés, con quien compartí amistad, Cheikh Anta Diop, dice que un pueblo sin conciencia histórica es solo una población.

No hay que olvidar las presiones despersonalizadoras de la corona medieval y reaccionaria española durante siglos a través de su administración, su iglesia y su entorno cultural. La pérdida de conciencia histórica es una consecuencia de la ocupación colonial, lo que ha hecho que pueblos antiguos tan cultos como el egipcio, y de una cultura superior que asombra aún al mundo, hayan caído en la incultura actual, que empezó cuando la ocupación romana y terminó con la ocupación colonial árabe, la imposición de una nueva religión y la regresión actual.

Cheikh Anta Diop, profesor, patriota africano y luchador por la cultura ancestral africana, cuyos libros deberían enseñarse en todas las escuelas y universidades canarias, tiene una frase que he repetido varias veces cuando hablo de cultura africana revolucionaria y que no me canso de repetir: "Lo esencial para el pueblo es encontrar el hilo conductor que lo liga a su pasado ancestral, el más lejano posible. Ante todo tipo de agresiones culturales, ante los factores disgregantes del mundo exterior, la más eficaz arma cultural con la que se puede dotar a un pueblo es este sentimiento de continuidad histórica".

Por desgracia, en Canarias, cada día tenemos menos medios de defensa, ante la invasión de radios, televisiones, periódicos y revistas españoles, que atacan a todo lo canario e incluso al centenario periódico independiente del Archipiélago, EL DÍA, de la empresa de don Leoncio Rodríguez, por su línea editorial soberanista en favor de la independencia y de las libertades de este archipiélago africano de Canarias, colonizado por España.

En los momentos actuales, las artes, el folclore y todas nuestras manifestaciones culturales deben identificarse con la lucha de liberación nacional y nuestra revolución libertadora. Debemos cimentar la unidad nacional y la lucha de liberación, poniéndonos en la vanguardia de la lucha con nuestros cantos revolucionarios y nuestros comportamientos sociales reivindicativos.

En este mes de agosto, donde tantas fiestas populares hay, los patriotas deben empeñarse en arrancar todas las banderas españolas y la folclórica de los autonomistas, ese trapo tricolor que compran los ayuntamientos por metros para ponerlo en las fiestas al lado del trapo bicolor español. Hay que volver a llenar las paredes y muros de las Islas con pintadas a favor de la independencia, y cuantas más mejor.

Canarias está viviendo ahora un momento histórico trascendental, y si sabemos aprovecharlo podemos liberarnos de la corona borbónica. O lo hacemos ahora o se nos pasará la ocasión, y no sabemos cuándo volverán a darse las presentes circunstancias. Las colonias americanas de España aprovecharon la invasión de Napoleón en 1808 para sublevarse contra la monarquía medieval española, y cuando el nefasto rey Fernando VII quiso volver a recobrarlas, era demasiado tarde.

Solo quedó Cuba en América y Filipinas en Asia, que por ser islas no entraron dentro del contexto continental de las luchas contra la España monárquica, pero al final echaron a los españoles en 1898. Canarias no la arrancó porque estaba en otro continente y la hora de África no había sonado aún. Ahora ya no quedan colonias en África, sino las de España y Francia, y no podemos dejar pasar el momento histórico, aunque nos cueste muchos sacrificios.

El pasado sábado escribí, como era lógico, de la gran revolución francesa de 1789 y cómo surgió un 14 de julio, cuando el pueblo, enardecido y al grito de "¡a la Bastilla!, acabó con aquella terrible fortaleza monárquica en París. Esta fue la mecha que encendió el ambiente revolucionario que traería la famosa revolución, los derechos del hombre y la república. Pero para triunfar hubo que destruir símbolos como la Bastilla y la monarquía con sus representantes, que se creían dioses. En Canarias, el contexto es diferente, porque no vamos a acabar con la monarquía borbónica: eso es un problema de los españoles republicanos, si quieren y así lo deciden, allá en España.

Hay algunos lectores que nos han felicitado estos días por establecer un vínculo entre los sucesos de la Bastilla francesa y la pequeña Bastilla, como llamamos los independentistas al mal llamado parlamento canario de la calle de Teobaldo Power, en la capital tinerfeña. Si se dieran las circunstancias, dicho símbolo de vergüenza y colaboración deberá ser destruido, arrasado y su solar plantado de sal, para recuerdo de futuras generaciones, como se hizo en París, donde actualmente, en el barrio de Marais, está la plaza de la Bastilla.

En estos momentos, hay incendios que están arrasando los bosques de algunas islas, como la Tenerife o Chinet, La Palma o Benahoare, y se pudo sofocar rápidamente el de La Gomera. Cada año se repite la misma historia, y un día se perderán los bosques debido a la política nefasta de los autonomistas de Coalición Canaria (CC), dirigida por el exalcalde de El Sauzal, Paulino Rivero, el del helicóptero, gobernador administrador de esta colonia africana. El tal Rivero, como ya es notorio y público, está preconizando todos los días que los parados y los jóvenes canarios deben emigrar de su patria, largarse de aquí para que él y su grupo político se dediquen al negocio del turismo, que se halla en manos de extranjeros y son los que les dejan beneficios y comisiones.

Coalición Canaria ha sido la responsable de la liquidación de los sectores primarios y secundarios de Canarias, siguiendo órdenes de Madrid. Antiguamente, cuando existían la agricultura y la ganadería en las Islas, los campesinos recogían la pinocha de los montes, que servía de cama a las vacas, limpiaban las tierras de cultivo de hojarasca y matorrales y no había tanto incendio ni se pensaba en helicópteros y otros aviones para apagar los incendios. Estaban también los peones camineros, que se ocupaban antiguamente de tener limpias las cunetas de los pueblos, y todo el mundo podía recoger gratuitamente el pinocho para las camas de las vacas. Pero después que este dictadorzuelo político colaboracionista y esposa están en el poder, han hecho todo para acabar con la agricultura y la ganadería. En Canarias, se importan papas extranjeras cuyo costo es a 20 céntimos el kilo y los cabildos están interesados en importar fruta de cualquier país y productos cárnicos, porque eso les deja dinero y propinas.

¡Cómo creen ustedes que los campesinos van a dedicarse a plantar papas cuando no las pueden vender porque resultan más caras que las de importación! Lo mismo pasa con la ganadería, con gran contento de Coalición Canaria, como pasó con el monopolio de Iltesa en 1962, de la familia de Ana Oramas, que crearon este grupo para acabar con el sector de las lecheras y ganaderos de la isla y vender la leche en polvo holandesa mezclada con agua. Con ello se cargaron a todo el sector ganadero de la isla tinerfeña, se sacrificaron los animales y al final las lecheras y ganaderos tuvieron que vender sus tierras para los turistas.

Cuando la huelga de las lecheras en marzo de 1962, que arruinó a más de quinientas lecheras y productores de leche de La Esperanza, La Cuesta y Tegueste, en la isla tinerfeña, la justicia colonial resolvió el problema metiendo en la cárcel a un grupo de lecheras y ganaderos y a mí, por ser el abogado de las lecheras, pasando más de mes y medio en la prisión hasta que pude salir por una martingala jurídica y permanecer escondido en los montes hasta escapar clandestinamente en un barco de las garras del colonialismo. A las lecheras se las amenazó para que vendieran su ganado y se les prohibió vender la leche para no hacer la competencia a la fábrica Iltesa, de la familia de los Oramas, que impusieron su monopolio, como ya después de la guerra civil habían impuesto el monopolio de las guaguas coloradas, prohibiendo trabajar a los taxistas del interior de la isla, a los cuales llamaron los Oramas y la Guardia Civil los taxis piratas.

Los enemigos actuales de los campesinos canarios son, primero, el Gobierno autónomo, los ayuntamientos, el Seprona y algunos grupos ecologistas mal informados; los campesinos con los que nuestros militantes de nuestro partido independentista, el Congreso Nacional de Canarias (CNC), brazo político del MPAIAC, han estado hablando estos días de los incendios nos han dicho que los culpables son estas gentes y la Coalición Canaria y su paulinato, pues, si se les cae un muro de piedra de una finca y tienen que cortar unos escobones, tienen que pedir permiso al ayuntamiento y untar a alguien, y al final no se lo dan.

Todo aquel que tiene un pedazo de tierra en el campo o algún ganado no gana para multas y tener que pasar el tiempo pidiendo permiso en los ayuntamientos para recoger un poco de pinocho; los ayuntamientos y cabildos se han convertido en los enemigos número uno de los campesinos y ganaderos, con lo que los campesinos se aburren y nadie se ocupa del campo, que es lo que busca expresamente Madrid y sus agentes en Canarias, la CC, para ellos importar productos agrícolas y ganaderos y cobrar impuestos a la importación y otras comisiones.

Los Cabildos canarios, en vez de dar trabajo a los más de 300.000 parados que hay en Canarias, creando cuadrillas para el cuidado y limpieza de los bosques y montes, han ido reduciendo las mismas al mínimo. El de Tenerife, el dispositivo llamado Brifor (Brigadas Forestales), en los últimos seis años se ha ido reduciendo al mínimo, pues, en vez de gastarse dinero en estos menesteres, dedican el dinero a sus consejeros, amigotes enchufados y a las recepciones a autoridades, ONG que nadie conoce y amigotes, todo ello siguiendo las directivas establecidas por Madrid para cargarse la agricultura canaria.

Cuando Canarias se libere del colonialismo español y de sus colaboradores canarios, se volverá a dar vida y desarrollar los sectores vitales de todo país, el primario y el secundario, desarrollaremos posteriormente el sector industrial y al final el de los servicios, pero el turismo no será un sector vital y fundamental como quieren los colonialistas y Coalición Canaria, dirigida por ese agente español, que es Paulino Rivero y pandilla, europeos de pacotilla, que renuncian y tienen vergüenza de su origen africano.

¡O bien los campesinos, los trabajadores, los pequeños empresarios y comerciantes, los estudiantes y los parados canarios, intelectuales no agodados y gente seria de las Islas reaccionan de una vez, o Canarias se hunde en la más profunda de las miserias y tardaremos siglos para levantarnos! La España de los reyes medievales de los Borbones se ha hundido ella sola y la acabarán rescatando los banqueros europeos y convirtiéndose en un lánder de segunda categoría del IV Reich alemán, como había previsto Felipe González, el nefasto político socialista español, que fue alzado a la política española por los socialistas alemanes para mejor servirles y poner la España en sus manos.

Los canarios estamos a tiempo de salvarnos, pero para ello hay que arrancar nuestra independencia, enarbolando nuestra bandera tricolor de las siete estrellas verdes, saliendo a la calle en pueblos y ciudades para expulsar a la corona española y sus representantes y traidores colaboracionistas en esta parte de África. Si queremos convertirnos en nación, hay que estar dispuestos a sacrificarnos como han hecho casi todos los pueblos que alcanzaron la independencia nacional.

Ahora es el momento; económicamente, la metrópoli que nos gobierna está proa al marisco y ha caído en manos de los centros financieros europeos e internacionales. Berlín y Bruselas son los que van a tomar las decisiones políticas y económicas de todo lo que pase en España y colonias. Si no nos levantamos, acabaremos siendo una doble colonia, española y alemana, con lo que ello significa para nuestro porvenir, y desapareceremos en tanto que pueblo con aspiraciones a convertirnos en nación.

Ya habíamos dicho el pasado sábado en nuestro artículo semanal en este periódico independiente de Canarias que este día viernes 20 de julio se cumplió el 44 aniversario de la Declaración Solemne de la OUA sobre Canarias, en la Sexta Conferencia de jefes de Estado africanos, celebrada en Argel. En dicha fecha se declaró que Canarias no era una parte de España, sino de África, y que su pueblo colonizado tenía derecho a la autodeterminación y la independencia como todos los pueblos colonizados. Esta fue una gran victoria diplomática del MPAIAC que nos ha ayudado mucho en nuestra lucha de liberación. Ya en su día celebraremos este aniversario como se merece, pero nuestro pueblo debe conocerlo y no olvidarlo, como tampoco la lucha de los militantes y patriotas que a lo largo de estos años han caído o sufren prisión, torturas o atentados de este Gobierno español, que ha sido condenado por un acto de terrorismo de Estado por su propia justicia, el 14 de julio de 1990, por la Audiencia Nacional en Madrid.

* Presidente del CNC, brazo político del MPAIAC

cnc@elguanche.net  cubilloantonio@hotmail.com