Artículo
conjunto de Jorge
Dorta y Antonio Coll *
[¿Algún día se sabrá porqué no se fusionaron
las cuatro cajas canarias? ¿Algún día se sabrá quienes fueron los culpables o
enemigos de Canarias?]
En poco tiempo culminará la “tormenta
perfecta” con el “despojo” de todas las cajas canarias. Aún leo, con cierta
tristeza, en algún anuncio antiguo de “nuestra” Caja el slogan: “El beneficio para Canarias”.
Como todos saben, el sector financiero
es como la electricidad en un circuito, o el sistema circulatorio, en un ser
vivo. Si existe un sector estratégico en cualquier economía, ese es el sector
financiero. Si existe un sector primordial para las aspiraciones soberanas de
un territorio, ese es en el ámbito financiero. Esta semana se ha anunciado que
la Caja Rural de Canarias se
integrará, aún no materializada, en la andaluza Cajamar, una entidad de un tamaño
mucho mayor que la canaria, por lo que más de una integración se trata de
una absorción.
Durante el último año hemos visto la
pérdida total de las entidades canarias de crédito. El Grupo Banco Financiero y
de Ahorro (BFA), liderado por Cajamadrid y Bancaja de
Valencia, se quedó a precio de
“saldo” con La Caja de Canarias, que
ahora opera bajo el nombre comercial Bankia. Y CajaCanarias de
Tenerife se integró en el grupo de Banca
Cívica, conformada también por Caja
de Navarra y Cajasol de Sevilla, entre otras.
La verdadera pelea dentro de la crisis
asiática de 1997 en Tailandia e Indonesia, era ver que importantes familias
perdían sus bancos y cuales los conservaban. Imagínense la importancia vital de
esto, que en Indonesia causó una revolución que derrocó a Suharto.
Ahora el litigio, en este tiempo de la
crisis española, es ver que comunidades autónomas pierden sus cajas
y cuales salen reforzadas con el control de las entidades financieras
concentradas y reflotadas a base de ayudas públicas. En el caso de La Caja, -el beneficio para Canarias- su peso en el nuevo grupo financiero
es ínfimo, por no decir nulo. ¿Algún día se sabrá porqué no se fusionaron las
cuatro cajas canarias? ¿Algún día se sabrá quienes fueron los culpables o
enemigos de Canarias?
Si la pérdida del sector pesquero fue
traumática, la perdida de todo el sector financiero canario es mil veces peor.
Desgraciadamente, estamos en una Comunidad Autónoma dividida en dos
partes y los recelos entre ambas ciegan a los dirigentes y a los empresarios y
los convierten, básicamente, en analfabetos en el sector financiero y
con nula visión de futuro. La actividad financiera es mucho más rica, compleja
e importante que ir a pedir un préstamo o una hipoteca a una sucursal comercial
de un banco.
Ahora la “dependencia” de Canarias será
total y la calidad de vida de los canarios y residentes empeorará porque las
tomas de decisiones la realizarán desde despachos exteriores, implantados fuera
de las islas. Aquí enviarán solo a “medianeros” al servicio de sus verdaderos
“dueños”, burócratas españoles.
Según la Fundación de las Cajas de
Ahorros (Funcas) las familias canarias son las
que más ahorran de todo el Estado. La tasa de ahorro de empresas también
es muy superior a la media española. Pero cuando hay una crisis, el
crédito otorgado por los bancos españoles a Canarias se ralentiza o se niega
mucho antes. Es decir, a pesar de que somos los que más ahorramos, el
crédito en Canarias se congela y se disminuye de una forma mucho más rápida e
intensa que en cualquier otra comunidad del llamado Reino de España. En
otras palabras, en tiempos de crisis financiamos a las empresas españolas con
nuestros ahorros mientras nuestras Pymes y autónomos,
cierran sus negocios por falta de crédito o financiación.
El Gobierno de Canarias y los
cabildos han sido incapaces de impedir la pérdida de nuestras entidades
financieras. Nuestros dirigentes, parlamentarios y determinada clase
empresarial han sido incapaces de defender nuestros más básicos intereses
económicos ante un Estado español que desmonta sistemáticamente nuestro tejido
económico a fin de incrementar nuestra dependencia. Y esto solo incrementará
los problemas de la sociedad canaria y, por supuesto, las desigualdades
sociales. Y no digamos nada sobre el empleo. Esto se llama colonialismo puro y
estrangulador, pero con ingredientes modernos y altas dosis de marketing.
La entrega de la Caja Rural a Cajamar, si se produce, será otro insulto más a
la inteligencia de los canarios. Cajamar es una entidad andaluza con enormes problemas de
liquidez y solvencia, tiene un rating de
crédito justo por encima de lo que se denomina bono basura y más de 3.300
millones de deuda mayorista que vencen en los próximos tres años y cuya
renovación es cuando menos incierta. Expertos independientes han aconsejado la
unión de la Caja Rural con la
tinerfeña CajaSiete, una entidad muchísimo más solvente que
Cajamar,
pero esa posibilidad ha sido rechazada.
El Estado, sus tecnócratas y burócratas
han diseñado una refinada estrategia para impedir que se desarrolle un proceso
verdaderamente democrático y popular que demande más soberanía y bienestar de
los habitantes del archipiélago.
Resolver el problema del paro y las
desigualdades sociales en Canarias será cada vez más complejo, por muy positiva
que sea la llegada de turistas ya que si siguen desmantelando otros sectores
productivos, muchos canarios se verán en la necesidad de emigrar. Y este
proceso solo se puede impedir o parar si los canarios toman conciencia de la
realidad de que España y la vieja Europa cada vez están más lejos de nosotros,
y no me refiero solo en millas marítimas. Si este es el panorama que nos
ofrece, pienso que será hora de que los canarios y residentes vayan planteando
el derecho a la autodeterminación de las islas, única forma de salvar el futuro
de las nuevas generaciones.
* Publicado en el semanario Lancelot en la
sección "desde mi isla atlántica"
Fuente: menceymacro.blogspot.com