Pasar de las palabras a los hechos

 

«.» Jaime Afonso Díaz

Al acuerdo de independencia de la mayoría  institucional catalana, le responden con un acuerdo mayoritario, español: PP-PSOE-C´s-CC, involucionista, que reconoce a un gobierno títere puesto desde Madrid, para centralizar, dirigir y convocar, elecciones en Catalunya, donde sus presencias son minoritarias o no tienen ninguna como Coalición Canaria-CC, aludiendo y aplicando los artículos: 155 y 116 interpretados erróneamente, y el 2 y 8, de la Constitución, que son antidemocráticos, con la finalidad de detener el tiempo. Tratan de parar, la revolución democrática catalana, la chispa y mecha que hace arder el ya viejo y corrupto Régimen de 1978, que amenaza y condena con penas de prisión a sus líderes y dirigentes políticos que dan aliento a la movilización popular por el cambio, por el derecho político a decidir.

En Catalunya, como vemos, han pasado de la teoría a la práctica, de la resistencia pasiva y desobediencia a la  monarquía heredada del franquismo, revelándose al unísono, a la señal dada por los partidos políticos, que dan la cara, ante la crisis estructural, profunda, haciendo compatible la solidaridad de las distintas clases sociales para formar una coalición de partidos independentistas: Esquerra Republicana ERC y la Unidad Popular-CUP,  con el partido autonomista Convergencia Democrática de Cataluña,  una vez purgada Unió Democrática, se refundaría como PD de Cat. Tanto la táctica como la estrategia independentista, es ejemplo de cómo atraerse, a la causa nacionalista, a los autonomistas. La construcción del soberanismo en cada país tiene condiciones específicas, la solución catalana está bien pensada y desarrollada.

A falta de ciudadanía propia, han tenido que declarar la independencia de Catalunya de forma preventiva apostando por la libre determinación, la mayoría institucional, refrendada en las urnas, para preservar la política y la democracia, tiene un carácter simbólico y político, porque no controla el territorio, ni tiene el reconocimiento de los organismos internacionales, de momento. Reconocimiento internacional que sí tendría Canarias desde el primer momento de la declaración de nuestra independencia de España, por estar ya separada por el mar, nosotros situados en el Oeste Africano colonizado por Metrópolis europeas: principalmente por Francia que ya descolonizó casi en su totalidad, y en menor lugar por España que sigue ocupando el Archipiélago Canario y pequeñas porciones de tierra del Continente. 

 Pero no nos engañemos, por la desafección emocional con España, no hagamos política ficción, esperar que se declare la independencia canaria por la intervención de la  ONU, a nuestro favor, con la aplicación de la resolución 1514, sin ser refrendada por la población, es especular e ignorar el derecho internacional. La plena soberanía de Canarias no es un objetivo alcanzable cuando la mayoría de los canarios no la contempla y, además, no tenemos estructuras, ni experiencia parlamentaria, ni de gobierno, pero lo que sí es posible, de momento, es abrir un proceso demandando más autonomía, la que tenía Catalunya por el artículo 151 de la Constitución. Dinamicemos las personas que habitamos el archipiélago, hagamos política, para facilitar un modo de proceder que aminore la dependencia, de todo tipo, del exterior.

Prioricemos, acerquémonos, busquemos un cambio ideológico, para hacer un relato unitario, los partidos independentistas: Congreso Nacional de Canarias-CNC y Alternativa Nacionalista Canaria-ANC, con los partidos autonomistas progresistas: Nueva Canarias-NC y Si se Puede-SSP, y conservadores del Partido Nacionalista Canario-PNC, y todos aquellos demócratas que reconocen el derecho a la autodeterminación, hasta agotar sus proyectos, movilizamos a los propios, con aproximaciones sucesivas, desmovilizando a la vez a los contrarios PP-PSOE-CC, vía islandesa.

 Por la importancia de las muchas decisiones a tomar, expliquemos las cosas: delimitar nuestra frontera marítima con una mediana con el Reino de Marruecos, porque debemos proteger nuestro patrimonio, y defender nuestra economía con la obligatoriedad de reinvertir los beneficios, verificables, para mantener el empleo, la redistribución de la riqueza y una compensación solidaria con los más desfavorecidos…, según la agenda de desarrollo sostenible de la ONU, para dar seguridad y, lograr el derecho político a decidir, la ciudadanía canaria que nos niegan.

Pasar de las palabras a los hechos, es abrir nuestro propio proceso, es hacer un esfuerzo que nos haga avanzar en el autogobierno, la integración y el desarrollo de todo tipo de relaciones con nuestro entorno, este hecho tendrá proporcionalidad de respuesta, en: la UE y archipiélagos de Madeira, Azores, Cavo Verde y el Sahara Occidental Macarones, la República Saharaui, la RASD, que en su conjunto forma la Región Natural de la Macaronesia, con múltiples similitudes y riquezas de todo tipo a Confederar, sí así lo decidiéramos en islas y costa, en un futuro electoral.

 

Salud-Vida-Fuerza

 

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