Abandonar el campo

 

«.» Padre Báez *

Abandonar el campo, y la actividad pastoril y ganadera del mismo, supone acabar con una cultura tal, que reduce y simplifica nuestro vocabulario, y el desconocimiento de ciencias y artes, que viene de tiempos inmemoriales. El hecho significará –además- un empobrecimiento en nuestra terminología, tanto hablada como escrita, y ello, con ser un legado riquísimo, que se conserva en nuestros campos, y que desaparece a la par con el abandono del mismo, ya sea en actividades agrícolas como ganaderas.

 Nada digamos en cuanto a refranes, dichos y hechos, al margen de los miles de nombres de hasta de los lugares más recónditos, y extendidos por toda la geografía que responden a etimologías distintas y diversas, y que irremediablemente se pierden. Incluso, en ello se nos va la riqueza de pertenecer al idioma general, con palabras particulares, que desaparecen. Es decir: acabándose la agricultura y la ganadería, con ellas se marchan definitivamente -en gran parte- de nuestra cultura, con el empobrecimiento doble (en lo económico y en el vocabulario). E incluso, se van los resquicios de una religiosidad popular extendida por todo el campo grancanario. 

Nada parece les importan a los del patrimonio, que se pierdan siglos de experiencias y de ciencias. Ningún artículo o comentario se lee o escucha al respecto, lo cual ya es más que malo. Solo se habla de los que corren detrás de un balón, cual si en ello se nos fuera la vida. Y lo primero, es un derecho humano. Y perdemos incluso valores, sin importar a nadie. Y los profesores no enseñan. 

Las declaraciones son en torno a jugadas de fútbol (así nos idiotizan y empobrecen). Así, los Medios apoyan a un gobierno corrupto, que mira hacia otro lado, dando la espalda a lo que es lo primero o prioritario: el campo. Lo han cambiado por otros campos, los de césped, pero que no se cosechan en ellos comida, sino goles y en ello toda la energía y pasión. La cuestión, con disimulo, es terrorista. 

El comercio, se ha vuelto internacional, con nada local. El pueblo en paro forzoso, sin que en ello nadie nos gane en la nación. Y el que nos comanda, nos da lecciones sociales-políticas-científicas-etc., a nivel de alta universidad indigeribles, cual si con ello nos alimentara. Y nadie lucha en contra. Analistas de la situación, no aparecen por ningún lado o parte. Y el pueblo sufriendo la peor de las opresiones. La opinión pública está escondida, apartada, ocultada, no existe. 

Para los que mal nos gobierna, y sobretodo el cabildo, ve más rentable que nos lo traigan todo de fuera, que producir algo dentro. De esta manera se simplifica la droga, con el paro, que también es otro negocio. Se ha instalado el fútbol de forma generalizada y absurda. La gran potencia es hablar y discutir sobre jugadas de fútbol (nos han idiotizado). La economía, pasa por el opio del pueblo (nos tienen drogados). No se cultiva nada. No hay competencia.  Tampoco beneficios para el pueblo. El pueblo está en grave riesgo. Todo sube (los costes). Se trata de un crimen soterrado. 

Tenemos una alimentación globalizada. Se ha abandonado por completo el campo. Crece el capitalismo. Los gobiernos son empresas, negocios, mafias. No se apoya al campo (se multa por todo al campesino). Tenemos autoridades que nos regulan totalmente, hasta la asfixia, que incrementan sus posesiones a costa del pueblo, al que masacran, con operaciones ilícitas, y así con estos apoyos, se mantienen en el poder, son capitalistas (repito).

* El Padre Báez - Fernando Báez Santana, Pbtero.   

Artículos del Padre Báez  publicados en El Canario.net y en El Guanche