14-N Y 37 AÑOS DE RECESO DE LA DICTADURA
José Luis Valdés
El pasado día 7 de noviembre
estuve presente en la asamblea convocada por los sindicatos sobre la huelga
general del 14-N. Iba convencido que ante la gravedad de la situación política,
económica y social en que el Gobierno Español y Canario han colocado a la clase
trabajadora en los dos últimos dos años, la participación en la convocatoria
debería ser masiva, mi decepción fue mayúscula al ver que en la sala de Derecho
de la Universidad de La Laguna en que los asistentes no superaban las 150
personas, la mitad de ellos éramos trabajadores y estudiantes concienciados y
comprometidos en la lucha de clase y el resto podrían ser miembros de comités de empresas, delegados
sindicales con derecho a crédito de horas. Si consideramos que en Tenerife
hay cerca de 10.000 delegados electos,
la participación de éstos podríamos considerarlo ridícula, lo cual me dio que pensar. Unido a la falta de
asambleas en los centros de trabajo, la poca propaganda informativa en la
calle, etc., se cuestiona uno, si las direcciones de las actuales centrales
sindicales están en concordancia con la realidad que se está viviendo en el
Estado Español y Canarias, o si la convocatoria del 14-N es un compromiso de
las burocracias sindicales para quedar bien ante el resto de los sindicatos
europeos y a la vez, una forma cómoda y farisea
de justificarse ante sus propios
afiliados, echándoles mañana las culpa a los propios trabajadores de la poca
participación que pueda haber en la huelga.
Este tipo de maniobras
torticeras, los trabajadores de Canarias las hemos sufrido muchas veces, en
particular protagonizadas por los llamados sindicatos mayoritarios CCOO y UGT.
Por lo visto, los sindicatos alternativos, nacionalistas y de clase, parece ser
que no han aprendido, al continuar yendo
a remolque de los llamados “sindicatos mayoritarios”.
Ayer alguien nombró la
necesidad de concienciación de la huelga como método de rebeldía para el
cambio, puso como ejemplo la lucha contra la dictadura franquista, en que los
trabajadores y trabajadoras luchábamos a sabiendas de que de golpe y porrazo la
dictadura no caería, pero, para provocar la caída, hacia falta ir a la huelga,
una y otra vez, para debilitar la dictadura. Desde mi punto de vista, las cosas
no han cambiado, solo ha habido un receso de 37 años, lo qué, en la práctica,
ha beneficiado al sistema capitalista de explotación, debilitando a las
organizaciones obreras.
La clase trabajadora canaria
y española tendrán que replantearse los actuales métodos de lucha sindical,
incluso desvincularse del modelo de sindicalismo de gestión practicado por las
burocracias, que se encuentran acomodadas al sistema y han hecho que la mayoría
de los trabajadores considere a los sindicatos como organismos de asesoría jurídica y no como organizaciones
democrática de lucha de clase.
Ante el actual modelo de
dictadura de capitalismo de Estado, los trabajadores y trabajadoras tenemos que
crear nuevas formas y métodos directos de participación. Para conseguirlo, los
revolucionarios han de romper con el seguidismo que
las burocracias sindicales intentan mantener, las cuales pretenden blindar su
posición de intermediarios para que sus “estatus” y privilegios conseguidos por
ellos, a través de pactos con la patronal y los gobiernos de la burguesías, no
se vean afectados por los cambios tras la finalización del receso de los 37
años de la dictadura.
¡¡¡14-N, ÚNETE A LA HUELGA
GENERAL Y A LA LUCHA CONTRA LOS RECORTES Y LA PÉRDIDA DE DERECHOS!!!
¡POR UNA CANARIAS
LIBRE Y SOCIALISTA!
¡INDEPENDENCIA Y
SOCIALISMO
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publicados en El Guanche y en El Canario