La
noche de nuestros
antepasados, los maxios
Andrés Santana
Esta es la noche de los
antepasados, los maxios, los encantados en la antigua cultura canaria. Mis
antepasados se reunían esta noche alrededor de hogueras, y cantaban, recitaban
endechas, o practicaban deportes (salto del pastor, lucha, lucha del garrote,
lanzamiento de piedras, etc). Todos los clanes, amigos y enemigos, se reunían
esa noche para celebrar la llegada de los espíritus de los antepasados... Se
comía baifo, jaira, gofio, amolan, hoche, y la carne de ylfe...
Y al amanecer, todos ellos miraban hacia el horizonte, hacia
el Este, esperando la llegada de Acorán (el Sol), y su cohorte de nubes (cada
nube era la representación de los padres, abuelos, familiares muertos, los
antepasados en definitiva).
Era el momento de implorarles,
todos arrodillados, a los "recién llegados": buenas cosechas,
fecundidad en la tierra, fertilidad en los ganados, un buen año para todos; a
la vez que le explicaban a los espíritus, cada uno en particular, qué había
ocurrido en ese año que había pasado desde su última "visita".
Luego todos se bañaban desnudos en la playa, en una especie de rito de iniciación
sexual.
Esta noche iré, como cada año, con mis dos hijos menores a la montaña. Y esperaremos una vez más la llegada de Acorán con los maxios.
¡Ahul!
21 de junio 2012