por
el 48 aniversario de la Bandera Nacional Canaria
Los
canarios y canarias no debemos pasar ni una más, estamos obligados a protestar
y movilizarnos ante los despropósitos e injusticias que vemos día tras día,
ante la avalancha de datos a cual más terrorífico para el devenir económico,
político y social de Canarias. Cada uno en su ámbito, juntos, en la
calle, asumiendo las consecuencias dado que no solo nos estamos jugando nuestro
propio futuro sino el de nuestros hijos y el de nuestra nación, porque el
futuro se decide cambiando el presente. No podemos permanecer quietos.
Azul,
blanco, amarillo, y siete estrellas verdes. Es el flamear distintivo de una nación
que pugna por recuperar su libertad, el de la Bandera Nacional Canaria, que este
año cumple su 48 Aniversario encabezando las luchas de nuestro pueblo. Por
ello, el movimiento soberanista, La Unidad, vuelve a convocar esta vez en todas
las islas la V Movilización Unitaria, por la Descolonización
e Independencia, para el Cambio Social.
Los
canarios deben saber que los verdaderos defensores de Canarias no son esos
personajes que salen continuamente en los medios de comunicación soltando sus
anestesiantes retahílas con las que pretenden domesticarnos. Los verdaderos
patriotas canarios son aquellos que están a tu lado, compartiendo penurias y
grandezas, gente corriente con ganas de cambiar una sociedad como la canaria con
múltiples carencias y miserias, que vive en un mundo de mentiras y medias
verdades, con miedo a pedir y luchar por lo que es suyo. No se trata de pedir
migajas al Estado español, ni reeditar un nuevo pacto colonial, sino exigir
unos derechos ganados a pulso por generaciones anteriores. Queremos disponer de
soberanía para llevar a cabo los procesos de cambio social, económico y político
que Canarias requiere.
Tenemos
la obligación de alzarnos y abrir las ventanas para dejar entrar los gritos de
un pueblo cansado de mesías perdona patrias llenos de promesas vacías o de políticos
ladrones y mentirosos que parasitan nuestras vidas hasta extremos insoportables.
Dejémonos de política de salón o de bar, unamos al pueblo para presionar y
expulsar al expoliador y sus colaboracionistas.
Todo
esto puede parecer radical en estos tiempos donde se premia la moderación, pero
lo radical es que más de trescientos mil canarios no tengan trabajo, lo radical
es que con la cantidad de capitales que se genera en este país haya más de
quinientos mil canarios bajo el umbral de la pobreza. Ante tal realidad radical,
solo son efectivas soluciones que ataquen la raíz del problema: nuestra
dependencia a España.
Hoy,
la continuación de nuestro sometimiento provoca que las opiniones, decisiones e
intereses de la Nación Canaria sigan siendo ninguneados despóticamente por
España cuando le conviene, así como por quienes se benefician de nuestra
marginación política, económica y social.
Asistimos
al asedio contra Canarias por parte del gobierno español, que aplasta el
incentivo de las renovables, elimina bonificaciones aeroportuarias, o deniega
las subvenciones a la desalación de agua. El gobierno español, dicta ultimátums
mientras aprueba las prospecciones petrolíferas contra la opinión de las
instituciones vigentes. Unas instituciones que demuestran su falta de soberanía
y autonomía a escala tanto estatal como internacional, y su incompetencia ante
incendios y volcanes.
Convocamos
esta movilización en demostración de unidad nacional y solidaridad
interinsular: si nos tocan a una, nos tocan a todas. El españolismo ha
difundido uno de los peores virus que ha padecido esta tierra: el insularismo,
fomentando la división y el odio entre los canarios. Frente a todo esto
queremos defender la unidad nacional de Canarias, el respeto y la igualdad entre
todas las islas, sin preeminencia de una isla sobre otra. También convocamos
contra la nueva esclavitud que representan los recortes y reformas laborales.
Convocamos, en suma, a fin de alzar nuestra voz contra quienes quieren seguir
expoliando nuestros Recursos Nacionales.
La
existencia de petróleo en el mar canario abre la vía al próximo episodio del
expolio colonial de nuestros Recursos Nacionales. Pero también es una
oportunidad para impulsar la toma de conciencia por parte de nuestro pueblo
sobre la necesidad de tomar el control de su destino. En las actuales
circunstancias, y sin estatus internacional, nos encontramos con que a nivel
medioambiental, las leyes petrolíferas españolas constituyen una grave amenaza
a nuestra naturaleza. A nivel económico, el planteamiento español no supone la
creación de puestos de trabajo, ni ningún beneficio para Canarias, asumiendo
en cambio todos los riesgos.
A
nivel social, no mejorará nuestros desastrosos índices: ni el 33% de paro, ni
la exclusión del 17% de nuestros hogares, ni que 1 de cada 2 jóvenes no tengan
trabajo, ni el que los recortes reduzcan nuestros Servicios Públicos a niveles
tercermundistas.
Durante
el largo proceso de dominación colonial de nuestra patria, una etapa de
sometimiento político, económico, social, cultural y religioso, en algo han
podido cambiar las formas pero el fondo de la opresión y la dependencia se han
mantenido inalterables. Con cualquier régimen político, Canarias ha continuado
arrastrando los peores indicadores sociales.
Sufrimos
los peores servicios públicos, con una sanidad deficiente para una población
comparativamente más enferma y peor alimentada y una educación lastrada
totalmente ajena a la realidad identitaria canaria que provoca el mayor fracaso
escolar en el contexto del mundo civilizado.
Canarias
encabeza los salarios más bajos del estado español, el trabajo más precario y
las jornadas laborales más largas. Por si fuera poco, también tenemos la cesta
de la compra más cara, mientras se hunde la producción canaria. Por eso,
abogamos por la reactivación económica a través del impulso de todos los
sectores industriales.
Canarias
es una de las últimas colonias y, como todo pueblo, tiene derecho a
decidir su futuro, a derribar las fronteras impuestas que impiden la relación
de igual a igual con el resto de naciones del mundo. En Canarias, el proceso
autonómico se hizo a espaldas del pueblo, sin que ningún estatuto haya sido
votado en referéndum. De todas maneras, la autonomía es insuficiente para
solucionar los problemas que Canarias padece.
La
independencia, la descolonización, es no sólo la recuperación de nuestra
soberanía, sino la capacidad de poder organizar nuestra economía de una manera
que atienda las necesidades sociales y dotar a la población de una calidad de
vida digna, donde no se vulneren los derechos de los trabajadores,
diversificada, apostando por la soberanía alimentaria y la sostenibilidad
ambiental. Queremos asegurar la estabilidad de nuestro país.
El
elemento vertebrador de la identidad canaria es el de su ascendencia guanche, al
cual se han ido añadiendo aportes de otras culturas occidentales. Aún
reconociendo que la cultura no es un elemento estático, asistimos a la imposición
del españolismo que trata de aniquilar cualquier vestigio de nuestra identidad
e historia, junto al aumento descomunal de la población motivada por la libre
circulación de foráneos y la inexistencia de cualquier medida de control de
nuevos residentes, sobrepasando nuestra capacidad de carga poblacional.
Es
por ello que también reivindicamos nuestra identidad, con todos sus elementos.
Todas las naciones han tenido, tienen, un devenir histórico, y queremos ser
nosotros mismos, los canarios y canarias, quienes determinemos cuál ha de ser.
Ahora,
sumidos en una profunda crisis económica sin perspectivas de mejorar, y con un
nuevo avance del españolismo que incluso se plantea eliminar las comunidades
autónomas, tenemos la obligación de avanzar en todos los frentes con sentido
histórico, desde la liberación nacional y el progreso social.
En
estas circunstancias, la conmemoración del 48 Aniversario de la Bandera
Tricolor, debe estar ligada a una nueva jornada de lucha para la liberación
nacional y el cambio social de los canarios que, los hechos y la historia nos
demuestran, sólo puede llegar de la mano de la descolonización e independencia
de Canarias, y la constitución de un Estado soberano en el que la libertad, la igualdad y la solidaridad sean las bases
futuras de nuestra organización social.
El
tiempo de la moderación se agotó, la calle debe convertirse en el termómetro
de esta sociedad, por lo tanto, debemos prender el fósforo del descontento de
los canarios, la llama de la rebeldía y de la movilización que nos lleve a
afrontar ese futuro al que todos los canarios tenemos derecho.
Con
paso firme debemos bajar a la calle, pasar a la acción hagamos de la calle
nuestro parlamento para transformar esta sociedad en una fortaleza desde donde
se rechacen todos los intentos de frenar el ansia de este pueblo de escribir su
propio futuro. CANARIAS no puede esperar más.
Estaremos
el día 20 de octubre de 2012 alzando la voz por la descolonización e
independencia de Canarias. Hacemos un llamamiento a todos los canarios y
canarias, para que acudan a esta convocatoria en todas las islas, y ¡hagamos
escuchar nuestra voz todas y todos juntos! ¡Esta vez no vamos a emigrar, vamos
a luchar!
¡Canarias Libre Ya!
La
Unidad por la Descolonización e Independencia de Canarias