TENEMOS
QUE OCUPAR LA CALLE
Manifestación
Domingo
18 septiembre 2011
de
18.00 a
21:00 h.
Plaza
del criminal Weyler / Plaza de Candelaria
Por
mí, por tí, por nosotros y por los que vendrán después de nosotros.
El
próximo domingo, 18 de septiembre, todos y todas tenemos que ocupar la calle
para visibilizar nuestra negativa a seguir siendo una masa pasiva a la que se
puede extorsionar con la precariedad laboral, con la privatización de los
servicios públicos, con la destrucción del territorio. Tenemos que parar esta
apisonadora de políticos y financieros, de especuladores y corruptos: no
podemos seguir consintiendo que sean unos pocos los que mal...versen el interés
general de todos. Piensan que somos menores de edad que sólo servimos para
votar cada equis tiempo o para entender sus medidas anticrisis como necesarias.
Pero
ya sabemos de qué va todo: un poder financiero que sigue sacando millonarios
beneficios anuales gracias a los rescates con nuestro dinero, unos mercados
capaces de poner de rodillas a los gobiernos democráticamente elegidos, una
mafia especuladora insaciable, unos gobiernos indiferentes al sufrimiento de la
gente de a pie (los desahucios, los contratos basura, las jubilaciones) pero
acude a la llamada de los poderosos al primer toque de pito, unos estados que se
apresuran a desmantelar el estado de bienestar a costa incluso de cambiar la
Constitución, una política de tierra quemada que nos llevará a un planeta
esquilmado y con graves problemas medioambientales. “Ellos” no van a parar,
llevan muchos siglos parapetados tras la ley a la carta, los privilegios de todo
tipo y la impunidad. No podemos esperar que la situación cambie: el que algunos
ricos quieran ahora pagar más es uno de los más asquerosos actos de cinismo de
los últimos años.
Nuestro
único camino es confrontarlos, desenmascararlos, no permitir que sigan
creciendo (porque lo seguirán haciendo a más según vayan desapareciendo
nuestras garantías sociales y políticas). Ya se trate de los trenes en
Tenerife, ya las ampliaciones de los aeropuertos, ya los servicios de guardería,
ya los planes generales, ya el cierre de las plantas hospitalarias…, todo esto
son caras del mismo mal: nuestra apatía y su desfachatez. Si no somos capaces
de pararlos, todo lo que nos ocurra será merecido.
Ya
está bien de ser corderos asustados, nuestra fuerza está en trabajar unidos
frente a estas alimañas con siglas de partidos, de instituciones serias y con
palabrería técnica.
Salgamos el día 18 para demostrar que estamos dispuestos a no dejarlos seguir.
Por mí, por tí, por nosotros y por los que vendrán después de nosotros.
¡A
POR ELLOS!