REFLEXIÓN EN EL ACTO DE LA IZADA DE LA BANDERA

 

 

Hoy estamos congregados aquí para celebrar y festejar las fiestas patronales del Sagrado Corazón de Jesús, sobre cuya celebración un año más ha sido resaltado por los pregonero de estas fiestas, y que me han precedido, Don Guillermo Cobo Fuentes (Guille) y D. Alfonso de la Peña (Sito), así como agradecer al presentador de este acto D. Juan Antonio García Ruano.

 

Tengo que decir que los vecinos de La Garita no me conocen por estos pagos porque no soy un vecino de la parte oriental de esta isla y mi presencia aquí en este acto de la izada de la Bandera Nacional Canaria se debe a una invitación  de la Presidenta de la Fundación La Sal, Doña Julia Martel Martín, en forma de propuesta cursada a través de una amiga y conocida, que gustoso, porque no podía ser de otra forma, por el privilegio concedido de que sea yo este año el que lleve a cabo el acto del izado de la bandera.

 

Como todos ustedes saben, este acto está íntimamente ligado a la figura inolvidable de nuestro querido Francisco Pérez Bello, más familiarmente  conocido como Paco Bello, párroco que fue de esta Parroquia hasta su fatal fallecimiento de forma sorpresiva el 22 de diciembre del 2009.

 

Tengo que decir que a Paco Bello lo conocí y lo traté unos años antes, y la ultima vez que hablé con el fue unos dos meses antes de su fallecimiento cuando yo salía del Hospital Insular de una revisión rutinaria y él se encaminaba, ya con prisa, para someterse también a las oportunas revisiones médicas que se veía precisado realizar. La desaparición de este mundo de cualquier ser humano siempre es triste, pero cuando se trata de un conocido y amigo como Paco Bello, y por lo sorpresivo,  siempre es realmente impactante y difícilmente asumible.

 

Así este acto está enmarcado en el legado que nos dejara Paco Bello, y quiero recordar que el primer encuentro con él y que compartíamos varios amigos, me sorprendió la conversación franca, abordando toda clase de temas sin tapujos, certificando una proximidad amistosa, su apertura total a la tolerancia, su generosidad y un profundo respeto al diferente, en una sociedad conformada, en que se le exige al cura que se ajuste a lo formal y acorde con lo que socialmente es mayoritariamente aceptada, Paco Bello, en esto se apartaba del estereotipo preconcebido y todo su hacer iba encaminado a poner en práctica lo que predicaba el Evangelio, batallando por la dignidad de los humildes y de los rechazados y marginados..

 

Para mí fue, y así lo tuve, por un amigo, por un independentista, valiente, sencillo, del pueblo, y que se involucraba en toda clase de batallas donde su pensamiento y su voz ponía en orden las ideas. Hizo de la frase "no dependentista" un concepto englobador, que traspasaba el ámbito político de aquella (de independentista), para hacerla extensiva a una Iglesia Nueva, de ahí su lucha con otros curas por una Iglesia Canaria, desvinculada de Sevilla, por un obispo canario,  o cuando me transmitía sus críticas a la procesión de la Virgen del Pino en Teror, donde los feligreses eran más espectadores de la misma que participes.

 

Así esta parroquia la convirtió en todo un símbolo de Libertad, contraviniendo las normas que rigen en todas las instituciones, sorteando en sus relaciones humanas toda clase de trabas, superando y poniendo por delante de las instituciones que permanecen ancladas en el pasado y sin contradecir su credo, fue capaz de superarlas y conseguir moverse con total normalidad y libertad. Fue un baluarte de la solidaridad, la justicia y su vida la dedicó al compromiso social, impulsar abriendo brechas en asuntos que necesitaban de claridad y actuar sin complejos.

 

Este acto, por lo tanto, es un legado de Paco Bello, y con ello con la izada de la Bandera Nacional Canaria, que tan orgullosamente exhibía en la sacristía de esta iglesia, por lo que con este acto que hoy realizamos estamos haciendo este más que merecido homenaje.

 

 

Hablar de la Bandera Nacional Canaria, la tricolor y verdestrellada, es hablar de la libertad para nuestro pueblo.

 

La bandera es un “símbolo vivo” que representa el espíritu y la razón de vida de cada nación.

 

Con la bandera se cubre por completo la dimensión territorial de un país, es el indicador indiscutible de defensa de la soberanía de un estado sobre su propio territorio. Pero más allá de todas estas consideraciones que son fundamentales, es también la  representación de una dimensión emocional, de una presencia espiritual, que involucra los amores y afectos de todos los hombres y mujeres por su tierra, por su familia y sus amigos, por los valores de su religión, por la defensa de su propia cultura y muchas otras creencias compartidas, que en forma de vivencias y de recuerdos se anidan en el fondo del alma de los integrantes de una nación.  

 

 

En pocas palabras, la bandera es todo esto, es el símbolo de la patria, no en el sentido abstracto, sino que tiene que simbolizar sobre todo un símbolo de justicia social, y todos los aspectos por lo que luchaba Paco Bello.

 

En el Prólogo del libro que escribí sobre la Bandera Nacional en el 2008, se dice, por su vigencia y por venir al caso, lo siguiente extractado:

 

"El Archipiélago Canario, como territorio cuya soberanía ha sido usurpada, vive hoy sumido en una profunda contradicción. Por un lado poseemos grandes riquezas naturales que generan anualmente cientos de millones de euros y que salen de forma inmediata al exterior. Por otro lado nuestra capacidad de decisión sobre todos aquellos asuntos que nos incumben está reducida a unas muy limitadas cotas de poder, casi siempre simbólicas y supeditadas a los intereses del estado que controla y delimita el alcance de nuestra posible autonomía.

 

 Ante este desolador panorama al pueblo de nuestro Archipiélago no le quedan más opciones que aglutinarse y empezar a reclamar su descolonización e independencia como colectivo humano diferenciado que aspira a vivir en paz y armonía con el resto de las naciones del mundo. No hay ningún símbolo con más poder de unión y con más carga emocional que una bandera nacional, en la que confluyen todos los anhelos del pueblo que representa"...

 

Llevamos más de seis siglos viéndonos arrastrados por las inclemencias políticas de España, de sus guerras internas y externas, imposiciones de todo tipo tanto históricas como actuales, y que la mayoría del pueblo canario ha aceptado  con una total normalidad, y ya va siendo hora de que se escuche nuestra voz.

 

Resulta evidente que el Estado Español en una colonia, no tiene la legitimidad moral, política o social para imponernos sus directrices, aunque el pueblo canario vote por unos u otros partidos, ya que todos ellos fueron creados para convertirse en un bastión por la defensa de un Estatuto de Autonomía impuesto, conformando la punta de lanza como un escudo de hierro y con posiciones rocambolescas de unos supuestas posiciones de autogobierno como defensa  y justificación a una situación colonial ya insostenible. Por ello, el objetivo, tanto ayer como hoy, no son los votos, sino conseguir una mayoría social sustentada en una Identidad Nacional Canaria, sin cuyo ropaje no se puede plasmar ningún cambio en la mayoría de nuestro pueblo canario.

 

Hoy vemos, y después de la integración, una vez más impuesta, de Canarias en la Unión Europea sin ninguna salvaguarda, como se nos impone desde el Estado Español, quebrado, un sistema cuya única alternativa son los recortes de los derechos laborales y sociales, y que se nos impone de forma totalmente antidemocráticos, después de habernos hecho creer, por inexistente, en lo del "modelo social europeo" que aquí en la colonia, estamos viendo que estaba basado en la mentira.

 

Por todo ello y mucho más, quiero transmitir la idea de una rebeldía que es imprescindible tener presente en todo momento y que el pueblo refunde sus experiencias, sea consciente de su realidad y rompa el predominio  establecido de una sociedad que resultaba ser virtual.

 

Y para terminar sólo me queda decir dos cosas: 1º que desde hace unos 2.000 años nuestros antepasados vivieron orgullosamente en este lugar como lo demuestra el Yacimiento arqueológico existente en la mismísima playa y 2º que la Bandera Nacional Canaria de las 7 estrellas verdes y que a continuación vamos a proceder a izar es uno de los símbolos más importante con que cuenta la Nación Canaria, y como tal y conocida y asumida de forma voluntaria por nuestro pueblo es la que nos representa.

 

 

POR UNA CANARIAS LIBRE E INDEPENDIENTE. ¡VIVA!

 

8 de septiembre de 2012

 

Rafael Delgado Perera

Artículos de Rafael Delgado Perera publicados en El Guanche y en El Canario