En Canarias, ni Reforma laboral ni exclusión social

 

La  mayoría social de la nación canaria, su clase trabajadora, su juventud, sus personas dependientes y pensionistas, sus desempleados y desempleadas, su ciudadanía en general, se encuentra ya en una situación de gravedad extrema. Todos los indicadores sociales así nos lo demuestran: La tragedia del desempleo alcanza al 31%, 342.000 personas; de ellas, el 37% sufre la humillación de no tener ningún tipo de ingresos registrados, viéndose empujados al hambre y a la pobreza; el 15´5% de los hogares canarios tiene a todos sus miembros en el desempleo; la juventud, 1 de cada 2, no tiene trabajo; más de la mitad de las personas empleadas tiene un salario inferior a 1.000 euros; la exclusión social en Canarias afecta al 35,3% de su población; a la cola de los salarios del Estado, de las percepciones por desempleo y de las pensiones; abocada su población a la emigración forzosa por una situación, la descrita, en la que la escasez de posibilidades de tener una vida digna es la nota predominante.

 

     Sufrimos también el flagelo de unos servicios públicos deficitarios, sin financiación suficiente y privatizándose  que han llevado a unos índices galopantes de fracaso escolar y el abandono generalizado de los estudios; pero también ha creado el mayor tiempo de espera para la atención médica; la población más enferma; la menor aplicación de dinero a la atención a las personas dependientes (cuatro veces y media menos que en el resto del Estado); El seudo gobierno de Canarias, agrede ahora nuevamente a esos servicios esenciales, imponiendo en la sanidad pública salvajes recortes asistenciales y laborales, aumentando las cargas de trabajo, despidiendo a trabajadores y creando más desempleo e incrementando el sufrimiento de los pacientes por desasistencia. En definitiva, los gobiernos español y canario, aparte de promover la desmembración nacional y cultural de Canarias,  también impulsan el letal proceso de su desintegración social.

 

    ¿Y la nueva reforma laboral del PP?

 

Supone el mayor retroceso en pérdida de derechos nunca sufrido por la clase trabajadora, recayendo con especial contundencia sobre las castigadas espaldas de la mayoría social de Canarias. Reforma que por su alcance ahondará más aún, aunque parezca imposible, en la situación de exclusión social de nuestro pueblo.

 

    Con esta drástica modificación de las condiciones laborales, al trabajador se le puede despedir casi gratuitamente, su ausencia del trabajo por enfermedad será causa de despido, el empresario  puede dejar en suspenso derechos salariales o sociales antes pactados con el trabajador en Convenio.  Pero además, un solo euro de déficit en la empresa, e incluso previéndolo en el futuro puede ser también causa de despido y el empresario ya no necesitará autorización legal previa para aplicar un ERE con el despido  colectivo. Los traslados, los cambios de las condiciones laborales, e incluso las modificaciones de actividades quedarán a la libre voluntad del patrón. Las organizaciones de trabajadores perderán potencialidad frente a los abusos empresariales.

 

      Para no andarse con rodeos en esto del exterminio de derechos laborales, se añade también un sistema de contratación indefinida que no lo es, al quedar condicionada por un año en el que el trabajador permanecerá en periodo de prueba y puede ser despedido sin indemnización. Para concluir con algunas de las perlas del decreto-ley del Gobierno, los parados vendrán obligados a desarrollar gratuitamente actividades en beneficio de la comunidad con lo que los trabajadores a los que puedan sustituir engrosarán los pelotones de actuales desempleados. Nadie lo entiende ni ellos han podido aún explicarlo, pero el cinismo del Partido Popular llega a afirmar que el objetivo de toda esta relación de barbaridades es “crear empleo”

 

      Nunca ha existido progreso social sin movilización ciudadana. Llegado a estos extremos de esclavización de las relaciones laborales, la respuesta debe ser determinante, unitaria.

 

       Cuando el Gobierno del PP decreta la esclavización de los trabajadores y la suspensión generalizada de derechos laborales que habíamos logrado con sangre sudor y lágrimas, la respuesta tiene que ser acorde con el grado de agresión, no solo para recuperar la justicia social hurtada sino como advertencias para los próximos embates con los que ya nos amenazan.

Ni Canarias ni su clase trabajadora, pueden dejar sin una contundente respuesta esta infame agresión.  

Por dignidad, Por Canarias:

29 de marzo: HUELGA GENERAL

 

 

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